Declaración por el Día de los Mártires.

Por Librado Linares Garcia

El Día de los Mártires constituye una jornada de memoria y reflexión sobre el sacrificio de quienes entregaron su vida por la libertad de Cuba. La figura inmortal de Antonio Maceo, el Titán de Bronce, junto a la lealtad heroica de Panchito Gómez Toro y el liderazgo de Máximo Gómez, siguen siendo referentes de fidelidad, coraje y entrega absoluta a la patria.


Los mambises sostuvieron tres guerras durante treinta años contra un imperio poderoso, creando Repúblicas en Armas que funcionaron como previsión democrática de la futura república. Su perseverancia, valentía y apego a los ideales de independencia marcaron la génesis de la nación cubana. En contraste, la gesta revolucionaria de 1959 se desarrolló en apenas veinticinco meses, sin enclaves democráticos que garantizaran el brillo de un proyecto nacional inclusivo. La mayoría de sus encuentros militares fueron escaramuzas, y el desenlace dio un giro inconsulto hacia un sistema totalitario de corte comunista. Por ello, ambos procesos históricos no admiten ser medidos con la misma vara: los contextos, sacrificios y objetivos fueron distintos.


En tiempos más recientes, otros cubanos han dado su vida en circunstancias que conmueven y generan interrogantes. Pedro Luis Boitel y Orlando Zapata Tamayo murieron en huelga de hambre, símbolos de resistencia pacífica frente a la opresión. Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero fallecieron en un accidente de tránsito rodeado de dudas y sospechas, sobre el cual muchos coinciden en señalar responsabilidad externa, aunque nunca se ha podido probar de manera concluyente. La valerosa Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, murió tras un ingreso hospitalario marcado por denuncias previas de agresión y restricciones a sus familiares, lo que dejó un halo de sospecha difícil de disipar. 


Estos casos, aunque no esclarecidos plenamente, se suman al legado de sacrificio y dignidad que une a los mártires de ayer y de hoy. Su memoria fortalece a los actuales luchadores noviolentos prodemocráticos, que encuentran en ellos y en los héroes de la independencia el ejemplo necesario para sostener la esperanza de una Cuba libre y democrática.

¡Gloria eterna a los mártires de Cuba!!