El Toque y la verdad detrás del peso cubano
Por Librado Linares Garcia.
En los últimos meses, el periódico digital El Toque ha sido blanco de una campaña de descrédito por parte de los propagandistas del régimen cubano. Se le acusa de manipular el tipo de cambio, de basarse en especulación y de pretender subvertir el orden político. Sin embargo, estas imputaciones no resisten un análisis serio: lo que realmente está en juego es la incapacidad del sistema político y económico cubano para sostener su propia moneda.
El valor de una moneda no se decreta.
El precio de una divisa no depende de la voluntad de un gobierno ni de la censura a un medio de comunicación. Se fundamenta en factores objetivos:
- La fortaleza de la economía que la respalda.
- La calidad y credibilidad de las instituciones.
- El historial de estabilidad de la moneda.
- Las expectativas de los operadores económicos.
- El nivel de inflación.
Los factores subjetivos pueden influir, pero su peso es marginal frente a la realidad económica.
El vacío institucional.
El régimen cubano carece de un mercado cambiario transparente y confiable. Ese vacío es lo que El Toque ha aprovechado para ofrecer referencias que, aunque incómodas para el poder, reflejan la realidad de la economía informal y las percepciones de los actores económicos. Culpar a un medio digital de la depreciación del peso es, en el mejor de los casos, una distracción.
La inviabilidad de un mercado oficial.
Para sostener un valor adecuado del peso cubano en un mercado cambiario formal, se requeriría un estimado de 600 millones de dólares. El régimen no dispone de esos recursos y sería un despropósito emplearlos en un intento artificial de sostener la moneda. Pretender lo contrario es ignorar la magnitud de la crisis.
La verdadera causa de la devaluación.
La raíz del problema no está en El Toque, ni en la especulación, sino en:
- Una economía enclenque, sin respaldo productivo.
- Un sistema político poco confiable, opaco y corrupto.
- La subordinación de las decisiones económicas a órdenes politizadas.
- La falta de transparencia y credibilidad institucional.
Conclusión
La devaluación del peso cubano es consecuencia directa de la fragilidad económica y del sistema político que lo sostiene. Señalar a El Toque como culpable es un intento de desviar la atención de los verdaderos responsables: un modelo agotado, incapaz de generar confianza ni prosperidad.

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