María Corina Machado: Un Nobel de la Paz que incomoda a las autocracias.

Por Librado Linares Garcia

El reciente otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado ha desatado una tormenta de críticas por parte de regímenes autoritarios, especialmente desde La Habana y Caracas. Pero lejos de ser una decisión polémica, este reconocimiento internacional representa una reivindicación histórica de la lucha civilista en América Latina. 🌪️ De la violencia al voto: una ruptura con el paradigma autoritario Durante décadas, la región ha sido testigo de cómo el poder se ha conquistado —y mantenido— a través de la violencia. Salvador Allende fue depuesto por un golpe militar. Fidel Castro afirmó que el socialismo no podía construirse desde las urnas. Hugo Chávez, tras una fallida asonada militar, llegó al poder por vía electoral, pero desde allí desmontó las instituciones democráticas con ayuda de la renta petrolera y el tutelaje cubano. En ese contexto, la aparición de María Corina Machado representa una ruptura radical. En lugar de recurrir a la violencia, optó por la vía democrática, incluso cuando el terreno estaba minado por el fraude, la represión y la censura. Su lucha no ha sido armada, sino cívica. No ha buscado el poder por la fuerza, sino por la legitimidad del voto. 🗳️ La estrategia del control electoral: desnudando al régimen Machado entendió que el arma más poderosa contra una dictadura es la verdad. A través del conteo alternativo del voto, logró evidenciar el mega fraude electoral que sostiene al régimen de Maduro. Esta estrategia no solo desacreditó aún más al gobierno ante la población, sino también ante sectores de la izquierda internacional que antes lo respaldaban. 🧨 El chavismo y su deriva malvada La incursión del régimen en el narcotráfico ha transformado el conflicto venezolano. Lo que comenzó como una lucha por la democracia se ha convertido en una crisis internacional, con implicaciones geopolíticas que han involucrado a actores como Estados Unidos. Esta deriva canallesca refuerza aún más la urgencia de reconocer a quienes, como Machado, han mantenido la dignidad de la lucha pacífica. 🧭 Un Nobel que señala el camino El Nobel de la Paz a María Corina Machado no es solo un premio. Es un mensaje. Es la afirmación de que en América Latina aún es posible resistir sin fusiles, construir sin caudillos, y soñar sin miedo. Es una bofetada a las autocracias que se perpetúan en el poder bajo la excusa de la revolución. Y por eso incomoda. Porque demuestra que la democracia, aunque asediada, sigue viva. Porque recuerda que el coraje civilista puede más que la represión. Porque reivindica a quienes, como Machado, han decidido enfrentar la oscuridad con la luz del voto